Pese a los avances registrados en los últimos años, América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo, tanto en ingresos como en otras dimensiones. Por ejemplo, en 2014 el 10% más rico de la región acumulaba el 71% de la riqueza. Solo 32 personas tenían tanta riqueza como la mitad más pobre, es decir 300 millones de personas. Una familia multimillonaria latinoamericana tiene un ingreso al año 1,154 veces mayor al de una familia del 20% más pobre. La actual desaceleración económica y el aumento de la pobreza en América Latina y el Caribe hacen prioritario enfrentar la concentración. La concentración y el aumento de las desigualdades van de la mano de la concentración de poder y afecta la calidad de las democracias porque distorsiona las instituciones y los procesos políticos y los somete a los intereses de las élites que buscan mantener sus privilegios y usar al Estado en su propio beneficio, en detrimento de las mayorías. América Latina y el Caribe han probado que cuando se implementan ciertas políticas públicas y se despliegan procesos de movilización social, las desigualdades disminuyen.

Pablo Vommaro (Coordinador)

Director de Grupos de Trabajo, Investigación y Comunicación. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Argentina

Joan Subirats

Profesor. Universidad de Barcelona. España

Rosa María Cañete

Responsable Regional de Desigualdad y Captura del Estado para América Latina y el Caribe. Oxfam. España

Juan Carlos Monedero

Profesor. Universidad Complutense de Madrid (UCM). España

Pablo Gentili

Secretario Ejecutivo. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Argentina